Venezuela hoy

Aquí encontrará información y reportajes sobre los programas sociales que en materia de educación, salud y en otros sectores desarrolla la Revolución Bolivariana desde la mirada de una periodista cubana.

diciembre 14, 2010

Todo comienza a las seis

Mariela Pérez Valenzuela, enviada especial

GUARICO, VENEZUELA.- José Canache vive en el pueblo pesquero Cabruta desde hace treinta años. Allí, en una de las orillas del caudaloso río Orinoco, lo conocí una calurosa tarde de febrero, después de un largo viaje por carretera desde Caracas a San Juan de los Morros, capital del estado Guárico, donde, tras una breve parada, el bello paisaje venezolano fue durante cinco horas el principal protagonista hasta Cabruta.

Canache es uno de los más antiguos lanchero de ese puerto fluvial y trabaja transportando por el Orinoco a decenas de personas hasta el estado Bolívar. Muchos lo conocen y han aprendido a quererlo a lo largo de los años, pero saben que cuando el reloj se va aproximando a las seis de la tarde una combustión interna se dispara en el lanchero.

    —¿Por qué tanta prisa? —le pregunté a las 5 y 40 minutos de la tarde mientras amarraba su lancha.

     Y aunque en ese momento esbozó un inicio de respuesta, la verdadera causa de su carrera en contra del reloj la comprendí en todo su esplendor cuando un rato después, exactamente a las seis de la tarde, lo vi en la biblioteca pública, donde radica un aula de la misión educativa Robinson.

Con un libro de historia entre las manos y una libreta en la que pude constatar su impecable caligrafía, estaba Canache sentado entre Doris de Blanco y Carmen Pacheco, dos amas de casa que como él jamás imaginaron que entrarían en un aula después de tantos años.

Cualquiera dudaría que 20 minutos antes, este hombre humilde y de hablar pausado—quien fue operado en Cuba mediante la operación Milagro— se encontraba en las márgenes del Orinoco, concluyendo su jornada de trabajo.
Una jornada que para Canache no es el final del día, porque para él, siempre el primero en trasponer las puertas del aula, “todo comienza a las seis”.

HORMIGUERO

Ubicado en la ribera Norte del río Orinoco, Cabruta deja de ser a partir de las seis de la tarde un pueblo pesquero, dedicado también a la ganadería y a la agricultura, para transformarse en una gran escuela para cientos de personas que acuden a los diferentes ambientes a recibir sus clases, con el asesoramiento de los educadores cubanos.

El ambiente es el espacio donde se imparten las clases y necesariamente no tiene que ser un local cerrado. De ahí que frente a la carretera nacional, los miembros del caserío Terecai (debe su nombre a un tipo de tortuga frecuente en el lugar) construyeran ellos mismos “su espacio”.

Debido a la hora, algunas mujeres van acompañadas de sus hijos, algunos muy pequeños. Es el caso de Tasarona Francis, sorprendida invariablemente por la noche de regreso a casa con su pequeña Samira de un año de edad, pero que no deja de asistir a un encuentro “por nada del mundo”.

A las seis de la tarde, el Liceo Bolivariano, donde funcionan por la noche las misiones Ribas (bachillerato) y Sucre (universidad), es un hormiguero de alumnos.