Venezuela hoy

Aquí encontrará información y reportajes sobre los programas sociales que en materia de educación, salud y en otros sectores desarrolla la Revolución Bolivariana desde la mirada de una periodista cubana.

diciembre 17, 2010

Cambiar destinos

Mariela Pérez Valenzuela, enviada especial

CARABOBO, VENEZUELA.- El destino de los hijos de María Valero y Marisela Pérez podría ser diferente de no existir hoy la clínica popular Simón Bolívar, en Mariara, donde hasta hace poco tiempo las embarazadas recorrían largas distancias para dar a luz.

En la sala de terapia neonatal, la hija de Maria pasa los primeros días de su vida con ventilación mecánica a causa de una hipertensión pulmonar provocada por una asfixia perinatal. Su rostro no delata su delicado estado de salud y mientras duerme, los médicos, cubanos y venezolanos, pasan con frecuencia por su cunero para asegurarse que evoluciona.

Los niños de esta sala reciben sin diferencia los mismos cuidados especiales. Unos retornarán pronto a casa tras ser dados de alta, otros permanecerán por más tiempo, como el hijo de Marisela Pérez, quien fue remitido del Hospital Central de Valencia, a unos 30 kilómetros de distancia de Mariara, en el estado de Carabobo.

La enfermera lo descubre y muestra su abdomen para explicar luego el médico que el niño nació sin los músculos de la pared abdominal, tiene un riñón más pequeño que otro y le faltan los dos testículos.

¿Vivirá?, es la pregunta que me hago en silencio, y como si me hubiera escuchado, el médico manifiesta que el pequeño, de cuarenta y seis días de nacido, de no sufrir otras complicaciones, en unas semanas irá a casa con su madre, hasta que, al cumplir tres años, se le coloque una malla en el abdomen.

¿Qué hubiera pasado si María —como lo hicieron antes tantas mujeres de Carabobo— hubiese tenido que trasladarse a otro Estado, y con buena suerte llegar a tiempo para dar a luz a su bebé, o no existiera este centro para atender, gratuitamente, al pequeño de Marisela, si en una clínica privada el costo de una terapia neonatal asciende a dos millones de bolívares (unos 870 dólares), según atestiguan los médicos?

Inaugurada en octubre del 2004 por el presidente Hugo Chávez, la clínica dispone de equipos de tecnología de punta para atender de forma gratuita a todos los venezolanos, algunos provenientes de otros estados que aún no disponen de centros como éste.

En la actualidad, la clínica cuenta con servicio de cuerpo de guardia, un área de consulta externa y hospitalización, salas de maternidad e infantil, una unidad de cuidados especiales pediátricos, laboratorios de microbiología y clínico, donde se atienden en este último alrededor de 400 pacientes diarios.

Aris Batista Suárez, especialista en medicina general integral, quien forma parte del colectivo de 141 colaboradores de la salud cubanos (médicos, enfermeros y técnicos) que junto a colegas venezolanos laboran día y noche en la clínica, explicó a Granma que de manera constante se incrementan los servicios.

Desde que abrió el de Cardiología, en noviembre del 2004, se han atendido casi 3 800 pacientes en consulta, cuyo costo en una clínica privada asciende a 40 000 bolívares (17 dólares), sin incluir el precio que hay que pagar por exámenes de rutina para personas aquejadas del corazón como una prueba de esfuerzo, estimada en unos 50 000 bolívares (21 dólares).

Explicó Aris que la clínica también dispone, entre otras, de consulta de gastroenterología, nefrología, cirugía maxilo facial, estomatología, trauma shock, sala de terapia intensiva y cuatro salones de operaciones, donde trabajan en conjunto médicos, anestesistas y enfermeros cubanos y venezolanos.

Así como los pacientes expresan su agradecimiento por tener la posibilidad de acceder por primera vez a una medicina de calidad, los propios médicos venezolanos reconocen que muchos de ellos jamás hubiesen podido pagar, por ejemplo, los cinco millones de bolívares que cuesta en una clínica privada un ingreso en una sala de terapia intensiva, incluyendo cama, asistencia y medicamentos.

Orgulloso se siente este equipo de cubanos-venezolanos de trabajar en este centro, ejemplo de la obra que en la esfera de la salud lleva adelante la Revolución bolivariana.

“Privatizar la salud significa negarle al pueblo un derecho humano esencial, un derecho humano fundamental, convertir la salud en una mercancía es un negocio. La Revolución llegó para destrozar esa línea neoliberal y para devolverle al pueblo lo que es del pueblo: la salud, la vida, la felicidad....”
Las palabras pertenecen al presidente Chávez, de cuando inauguró esta clínica hace algo más de un año con la seguridad de que sería lo que hoy está demostrando ser, y una más de las que se extenderán a otras zonas del país.



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