Venezuela hoy

Aquí encontrará información y reportajes sobre los programas sociales que en materia de educación, salud y en otros sectores desarrolla la Revolución Bolivariana desde la mirada de una periodista cubana.

diciembre 14, 2010

Digna representante de los educadores cubanos

Mariela Pérez Valenzuela, enviada especial

BARINAS, VENEZUELA.-  Caridad Cano Merino recuerda siempre el rostro amable y sincero de un señor de 81 años que cuando estrechó la mano del gobernador del estado Barinas tras recibir su certificado de alfabetizado dijo: “he cumplido mi sueño antes de cerrar los ojos”.
Me parece estarlo escuchando,  con su sonrisa de hombre feliz, pedir al gobernador que le transmitiera en su nombre al presidente Hugo Chávez “que si los ricos no te quieren, los pobres somos tu amor”, recuerda Caridad, asesora principal de la misión Robinson en Venezuela.
Cuando nosotros llegamos traíamos dos metas, y la primera era trabajar para culminar la alfabetización. En ese momento, explica, participé en una ofensiva para captar a aquellas personas que por alguna causa no se habían incorporado al aprendizaje”.
Según recuerda, el trabajo se organizó por municipios de forma conjunta con las organizaciones de masas, estudiantiles y entes gubernamentales y se crearon equipos que llegaron hasta los rincones más intrincados, lográndose ubicar en ambientes (espacios) de clase a unos 18 000 venezolanos hasta entonces fuera del programa.
El Frente Francisco de Miranda  y el Instituto de la Juventud –añade-  se unieron para llegar a todos los lugares. También los alumnos de los Liceos formaron ese ejército de la luz en esa etapa final, porque además de ir puerta por puerta para identificar a los iletrados desincorporados, atendieron en sus hogares a aquellas personas que por su edad no podían trasladarse hasta los ambientes.
Ello permitió que gracias al esfuerzo conjunto con las estructuras políticas y sociales venezolanas, el 2 de octubre del 2005 se declarara a Barinas libre de analfabetismo, unos días antes de que el Presidente Chávez lo hiciera a nivel nacional, agrega.
Caridad recuerda que devinieron grandes fiestas populares los actos que se hicieron en los distintos municipios cuando el estado corroboró que todos en el territorio sabían leer y escribir.
“Ver los rostros de felicidad de esas personas cuando recibían el certificado que acreditaba sus conocimientos dejó huellas profundas en mis sentimientos”, apunta Caridad, quien continúa trabajando con los colegas venezolanos en otra ambiciosa meta: que los alfabetizados obtengan el sexto grado (Robinson II).
Cuando restan pocas semanas para que se efectúe en el país la primera graduación masiva de la misión Robinson II, Caridad explica que en Barinas 19 953 personas están incorporadas a ese programa, y de ellas casi ocho mil culminarán ese nivel en julio próximo.
Entusiasmada con la idea de que muy pronto muchos venezolanos harán realidad su sueño de graduarse de sexto grado, de la misma forma que ella logró el suyo de ser maestra internacionalista, Caridad agradece a Fidel y a Chávez por la oportunidad de formar parte de los proyectos del ALBA, y a su familia, de la que recibe un gran apoyo.
Tunera, metodóloga integral de educación primaria y antes directora del centro escolar José Martí durante 16 años, Caridad tiene palabras de cariño para sus familiares, y menciona en especial a sus dos nietos, que nacieron estando ella en Venezuela.
“Siempre digo que en esta misión estoy  yo, y están ellos”, afirma esta digna representante de los educadores cubanos en la tierra de Bolívar.