Venezuela hoy

Aquí encontrará información y reportajes sobre los programas sociales que en materia de educación, salud y en otros sectores desarrolla la Revolución Bolivariana desde la mirada de una periodista cubana.

diciembre 14, 2010

El sueño se hace posible

Mariela Pérez Valenzuela, enviada especial

BARINAS, VENEZUELA.- El tiempo pareciera que fuera más de prisa en estos últimos días de junio para Alcides Sánchez y sus alumnos. Apenas faltan unas semanas para que concluya el curso escolar, que este año tendrá una significación especial para ellos.
El esfuerzo en conjunto será gratificado en los últimos días de julio cuando, al igual que otros varios miles de venezolanos, reciban su diploma en la primera graduación masiva de sexto grado que tendrá lugar en Venezuela.
Personas de todas las edades, con diferentes oficios e incorporadas algunas a otros programas sociales de la Revolución bolivariana estudian en esta aula, en la escuela básica Virginia de Contrera, en la parroquia Manuel Palacio Fajardo, en el estado Barinas.
Ese es el caso de Gladis Castillo de Chávez, quien siempre tuvo una bodega en el pueblo, pero “mi hija era la que me ayudaba con ese asunto de las cuentas porque yo no sabía leer, y menos sumar y restar”.
Cuenta esta mujer de 50 años que la bodega permanecía cerrada cuando no estaba su hija Gladis Violeta, de quien con orgullo dice que estudia bachillerato en la misión Ribas.
“Ahora es diferente, por eso eternamente le estaré agradecida a Chávez y a Fidel”, dice la humilde mujer, quien antes de que le hiciera la pregunta y como si existiera una especie de conexión mental se apresura a comentar que seguirá los pasos de su hija. “No importa la edad, muy pronto estudiaré en Ribas”.
Así como Gladis combina el estudio con el trabajo, Carmen Rosa Medina, de 53 años, también busca un tiempito para la superación.
Es admirable el esfuerzo que realiza esta mujer, madre de ocho hijos, para estudiar en Robinson y a la vez estar incorporada a un curso de confección artesanal en la misión Vuelvan Caras, dirigida a combatir el desempleo mediante la preparación en diferentes oficios. Luego, la mayor parte de ellos, pasan a integrar cooperativas.
Carmen Rosa, quien por las mañana asiste a las clases de artesanía y por la noche recibe clases en Robinson, piensa que muy pronto estará formada la cooperativa, la que se dedicará específicamente a la costura.
Feliz y estimulada se siente esta mujer de recibir la ayuda diaria de su yerno Alcides para la comprensión de las teleclases.
“Es hermoso ver a Alcides ayudando también a su mamá y a sus primas aquí en el aula”, dice Carmen, mientas confiesa que espera con ansias el día en que junto a ellas reciba el certificado de graduada.