Venezuela hoy

Aquí encontrará información y reportajes sobre los programas sociales que en materia de educación, salud y en otros sectores desarrolla la Revolución Bolivariana desde la mirada de una periodista cubana.

diciembre 17, 2010

Siempre Alejandro, en medio de la solidaridad

Mariela Pérez Valenzuela, enviada especial

LARA, VENEZUELA.- Alejandro siempre está presente en la vida de sus padres y de su abuela, una familia de colaboradores cubanos a la que cada niño venezolano que atienden en un consultorio o ven jugar le recuerda a su pequeño.

Yahiris Fernández llegó a Venezuela hace un año, cuando su hijo Alejandro tenía 17 meses. Su esposo, Enio Tututí Ochoa, y su suegra, Magali Ochoa, ya cumplían misión en esta nación, él como médico, y ella como asesora integral en educación, según relató en su hogar larense, donde reside junto a sus dos familiares.

Para Yahiris, joven graduada en Farmacología, esta primera misión internacionalista es, dice, una experiencia única.

En uno de los consultorios de Barrio Adentro donde trabajo, en la comunidad Santa Isabela —cuenta- he conocido a pacientes con enfermedades poco comunes e incluso inexistentes en Cuba y también a otros con dolencias crónicas no transmisibles, pero muy descompensadas por falta de orientación.

Por eso, reflexiona, nuestra labor se dirige en lo esencial a explicarles y a convencerlos de que para mejorar su estado de salud, además de los medicamentos, es necesario variar los hábitos higiénicos y alimentarios.

En la cocina, preparando una criolla comida cubana, junto a su hijo y su nuera, Magali indica que desde el punto de vista profesional por primera vez se ocupa de la educación de adultos.

De directora del centro de referencia provincial de la enseñanza primaria en Camagüey, ella pasó a desempeñarse como asesora integral del municipio Iribarri, en el estado venezolano Lara.

Aquí he vivido momentos imborrables. Me impresiona mucho, cuando llego a un aula, que un joven con 18 años de edad, antes iletrado, nos agradezca su aprendizaje con el método cubano de alfabetización Yo sí puedo, que ha dado óptimos resultados acá, al igual que en otras naciones, relata.

Al principio fue difícil —recuerda— porque muchos adultos no querían reconocer su analfabetismo, pero los convencimos y se fueron incorporando a la enseñanza, y hemos logrado que se mantengan en las aulas, ahora para la obtención del sexto grado.

Enio, quien fue el primero de la familia en llegar a Venezuela, hace 26 meses, asegura que también ha aprendido mucho en su primera misión internacionalista como médico.

He tratado a otro tipo de pacientes, con otra idiosincrasia y enfermedades como el parasitismo en niños, muy frecuente por la escasa educación sanitaria de la población.

Magali apunta que a los tres los ayuda mucho anímicamente estar juntos. Desde el punto de vista profesional también se interrelacionan porque ella, a través de la misión educativa, atiende el programa de medicina integral comunitaria con los jóvenes bachilleres que optan por estudiar esa carrera.

En el apartamento de esta familia cubana está presente la deliciosa comida de la Isla: frijoles negros y fricasé de cerdo preparados para la ocasión. Mientras Alejandro ocupa el centro de la conversación, al igual que su otra abuela, quien lo atiende, como otra madre, en estos tiempos de solidaridad.