enero 02, 2006
enero 01, 2006
Misión Negra Hipólita contra la pobreza extrema
Mariela Pérez Valenzuela, (Especial desde Venezuela)
CARACAS.- Un mundo mejor es posible y en ese camino Venezuela da nuevos pasos con el inicio en el 2006 de un programa social denominado Misión Negra Hipólita, que pretende acabar con la pobreza extrema.
El presidente Hugo Chávez anunció el lanzamiento el próximo 14 de enero de este plan para la atención de las personas con mayores dificultades socioeconómicas, durante una visita al Centro de Desarrollo Endógeno Integral Humano Manantial de Sueños.
En esa instalación, ubicada en el estado Miranda, Chávez compartió el pasado día 24 con niños, jóvenes y adultos indigentes, incorporados a un plan del Gobierno para su reinserción en la sociedad, en lo que puede considerarse el inicio de ese proyecto social.
Denominado Negra Hipólita en honor a la mujer a la que tantas veces Simón Bolívar llamó mi madre negra, quien constituye un símbolo de la abnegación de las madres venezolanas, este programa comprende ocho líneas de acción: niñas, niños y adolescentes de la calle o privados de libertad; adultos mayores en situación de exclusión extrema; adolescentes o adultas embarazadas en pobreza extrema.
El trabajo se encaminará, además, a la prevención y atención al consumo de drogas; atención integral para el desarrollo de las comunidades indígenas; cuidado a la familia en situación de riesgo y a las personas con discapacidad, así como a la promoción y fortalecimiento de la participación popular en la gestión pública.
Debemos declarar a Venezuela territorio libre de miseria, y no es que vamos a ser ricos, solo queremos vivir con dignidad, y esa es la riqueza espiritual que queremos. Ricos por nuestras virtudes, por nuestra sabiduría como pueblo, por el ejemplo que vamos a dar al mundo de cómo se vive con igualdad y amor, afirmó Chávez.
El jefe de Estado instó a los venezolanos a continuar organizando en cada barrio los comités de protección social para que en ese ámbito territorial no haya un solo niño de la calle sin recibir atención.
La Misión Negra Hipólita se inscribe dentro del amplio grupo de programas sociales impulsados por la Revolución bolivariana para asegurar la enseñanza a millones de personas excluidas del sistema nacional de educación durante décadas, garantizar el acceso a los servicios de salud y elevar la calidad de vida del pueblo.
El 2006 será un año de profundización de todas las misiones de la Revolución, señaló recientemente el presidente Chávez, quien el pasado mes de Octubre declaró a Venezuela territorio libre de analfabetismo.
Venezuela es una prueba más de que un mundo mejor es posible cuando existe voluntad política para acabar con la desigualdad e injusticia, resultado en parte de más de dos décadas de política neoliberal implantada en la mayoría de los países de América Latina.
Unidad del Caribe a la Tierra del Fuego
Mariela Pérez Valenzuela, (Especial desde Venezuela)
CARACAS.- El reciente ingreso de Venezuela como quinto miembro pleno al Mercado Común del Sur (MERCOSUR) constituye un hecho de enorme trascendencia política en la integración de América Latina, que cada vez cierra más las brechas que la separaron durante décadas, creando ahora nuevas formas de cooperación, alejadas de los tradicionales mecanismos capitalistas existentes en la región.
La adhesión oficial de este país al bloque regional que fundaron en 1991 Argentina, Paraguay, Brasil y Uruguay apunta a una nueva etapa en las relaciones de la agrupación, que tuvo su principal basamento en aspectos comerciales, y significará, también, el fortalecimiento de los lazos de Caracas con países con los que ejecuta importantes proyectos, en especial en materia energética.
Hacia esa dirección señala el compromiso asumido por Venezuela, Argentina y Brasil de construir un gasoducto que les unirá a lo largo de ocho mil kilómetros, y que permitirá el suministro de combustible a otros Estados, como parte de los esfuerzos conjuntos para lograr la integración petrolera de la región.
El acuerdo suscrito durante la recién finalizada cumbre del MERCOSUR celebrada en Montevideo, Uruguay, constituye otro paso de avance en la iniciativa promovida por el presidente Hugo Chávez de crear el anillo energético que una al continente.
Venezuela es el quinto exportador mundial de petróleo y uno de los propósitos anunciados por el Gobierno es lograr la independencia de los países latinoamericanos del mercado petrolero mundial, donde los precios del crudo están vedados a esta región, en la que priman los estados de economías débiles y dependientes de Estados Unidos.
En ese interés, en el que prima la colaboración desinteresada entre los pueblos, fue creada con anterioridad la empresa estatal Petrosur que, al igual que Petrocaribe, tiene su fundamento en el criterio de Chávez de que los recursos energéticos de su país deben servir para aliviar la situación de otros estados vecinos.
En momentos en que en América Latina y el Caribe 222 millones de personas viven en la pobreza en gran medida por la implantación de políticas neoliberales, Chávez señaló que el MERCOSUR del siglo XXI debe colocar lo social como bandera prioritaria.
Necesitamos un MERCOSUR que atienda la pobreza, la exclusión, el analfabetismo, la desnutrición, el hambre y la miseria de las grandes masas, sostuvo el mandatario en Montevideo, donde quedó oficializada la entrada de este país en el grupo, en el que también hay varias naciones observadoras.
En ese sentido, el canciller uruguayo, Reinaldo Cargano, destacó que la incorporación de Venezuela es un hecho de enorme significación desde el punto de vista geográfico y estratégico, porque “los países de América van a tener una línea de comunicación común, desde el Caribe a la Tierra del Fuego”.
Con su ingreso al MERCOSUR Venezuela asume el sueño bolivariano de que la unidad de nuestros pueblos no es simple quimera de los hombres, sino inexorable decreto del destino.